time out
Comportamiento Estrategias de Disciplina

Cómo hacer un “Time-Out”

julio 11, 2019

(Tiempo fuera, o a la esquina)

Frecuentemente, me reportan que las estrategias de disciplina que los padres utilizan con sus niños son: la chancla, les quitan cosas, o tratan de razonar con ellos. Cuando usas alguna de estas estrategias, tampoco te funcionan muy bien, ¿Verdad? Esto es porque no son muy efectivas.

Quién de ustedes no recordará: la chancla, la nalgada, o a veces hasta el cintarazo. ¡Estrategias de antaño! Y, aunque algunos de ustedes ahora lo utilicen como padres de familia, y les funcione en el corto plazo, no es una estrategia que realmente funcione debido a muchos aspectos. No la recomiendo para nada. Y, si eres de los padres que tratan de razonar con sus niños pequeños, déjame te cuento que tampoco es muy efectivo.

Es por eso que les quiero platicar acerca de hacer “Time-Outs”. No he encontrado un término similar en español que sepa se utilice con más frecuencia. Creo que no es una estrategia muy popular en los países latinoamericanos, pero sí lo es en Estados Unidos. Es un método muy efectivo para niños desde los 18 meses hasta los 10 años.

Pero antes de platicarte  acerca del “Time-Out”, te recomiendo que revises mi publicación “Time-In” y “#Cómo dar instrucciones a los niños”.

Básicamente, el “Time-Out”, es un periodo de tiempo en el cual los niños no reciben atención debido a que su comportamiento no fue el adecuado. Ahora bien, para que el “Time-Out” sea efectivo, es muy importante seguirlo al pie de la letra. Es fundamental, ser consistente con: cómo, y cuándo lo usas. La menor de las dudas al hacerlo o “amenazar” a los niños con “Time-Out” y no cumplirlo, resulta en que no sea efectivo. Asimismo, todos en la casa tienen que ser consistentes con cómo lo usan.

Entro un poco más en detalle:

¿Cuándo utilizar un “Time-Out”? El objetivo del “Time-Out” es moldear los comportamientos de tu niño. Por ejemplo: cuando no siga las instrucciones de los padres, cuando haya comportamientos inaceptables o antisociales (agresiones, tirar cosas, brincar en muebles, o cualquier otro comportamiento que ustedes como padres juzguen de inaceptable), y/o cuando los niños hagan algo peligroso.

¿Para qué sirve un “Time-Out”? Es una oportunidad para que tu niño practique la autorregulación (se aprenda a calmar sólo), y experimente que cuando realice comportamientos inapropiados, no recibirá atención. Ojo, dije experimente. Esto es clave, ya que los niños a esta edad aprenden por medio de experiencias, y no por medio de un razonamiento abstracto. Por ende, #razonar con los niños no es efectivo.

¿Dónde hacer un “Time-Out”? Antes de empezar con los “Time-Outs” busca un lugar seguro y sin juguetes/entretenimiento (TV, música, electrónicos) o muebles cerca (los niños tienden a tirar patadas tirarse al suelo, etc). Idealmente, éste debe ser un lugar donde lo puedas supervisar pero, que también esté un poco retirado de la atención. Por ejemplo, en nuestra casa utilizamos un área en el pasillo o un rincón a un lado de las escaleras. No recomiendo utilizar un cuarto para “encerrarlo” o que esté muy retirado, porque entonces los niños entran en pánico y como padre te sientes horrible pensando que está asustado. Ese no es el punto del “Time-Out”.

¿Cuánto tiempo debe durar un “Time-Out”? Siempre me topo con gente que leyó por ahí la fórmula de “usa 1 minuto por año de edad”. El tiempo en realidad no es lo que hace que los “Time-Outs” modulen los comportamientos, es la experiencia en sí de estar en “Time-Out”. Mi técnica se basa en llevar a tu niño a “Time-out” y esperar a que esté sentado, sus piernas estén quietas, sus pies estén quietos, y esté lo más calmado posible (sin llorar, gritar, patalear, etc). No es necesario que esperes un tiempo en específico. Algunos niños se calman más rápido que otros. Otros niños tardan mucho en calmarse. Simplemente describe su comportamiento (“así tranquilo, muy bien te estas calmando”) y ya que veas que la intensidad de su berrinche o lloriqueo disminuye, puedes sacarlos de “Time-Out”. Con la práctica y la madurez aprenden a calmarse más rápido. 

Comencemos con el “Time-Out”

Usualmente, con niños entre 2 y 5 años, practico “Time-Outs” al estar jugando con ellos. Después de jugar un tiempo con los niños y dándoles halagos o “Time-Ins” les  digo que vamos a hacer un “Time-Out” de práctica. Los siento en el lugar del “Time-Out” y les explico: “Hay que estar sentados, pies quietos, manos quietas, y en silencio.” En cuanto lo hagan, les digo: “¡Listo! ¡Se acabó el “Time-Out!” Puede ser que tu niño no te siga ni lo practique. En este caso, iniciar modelando un “Time-Out” es un paso hacia adelante. Puedes buscar otras ocasiones en donde tu niño venga motivado como al ir saliendo de casa a algún paseo y detenerse en el área de “Time-Out” para hacer uno de práctica con uno de los  padres.  Hazle saber que es de práctica y elógialo al hacerlo. “Que buen “Time-Out” hiciste, chócala.”.

Tratando con niños más pequeños, hay veces que los tienes que llevar al área de “Time-Out”. Es decir, no se van solos al lugar designado. También, si se para y se va a otro lado antes de que se acabe el “Time-Out”, hay que volverlo a llevar a dicha área. Al comenzar a utilizar el método de los “Time-Outs”, no es necesario que esperes a que esté completamente tranquilo, pero sí en un estado en donde ya se está calmando, como lo mencioné anteriormente. Con la práctica podrás ir llevándolo a estar sentado y completamente tranquilo. De igual manera aprenden a ir solos al área de “Time-out”. Un tip, es que cuando empieces a ver que está calmándose, empiézalo a describir: “Así, muy bien tranquilo”, “Sentado, manos y pies quietas, sin llorar, y terminamos”. Elógialo ya que lo haya logrado: ”Muy bien hiciste “Time-Out”. Al terminar, vuelve a la instrucción original que le habías dado o regresa a lo que estaban haciendo.

¿Qué aprenden los niños del “Time-Out”? Cuando los niños tienen comportamientos inapropiados y/o los padres dan instrucciones y los niños no hacen caso a la primera vez, dar más de una advertencia resulta en frustración y corajes por parte de los niños y los padres. Es por eso que, después de dar una instrucción, si tu niño no hace caso le das un ultimátum: “Si no haces “X” te vas a ir a ”Time-Out.” Cuentas en voz alta “1, 2, 3.” Si para las 3 no siguió la instrucción, lo pones en “Time-Out”. Ojo, no tienes que levantar la voz ni gritarle, solamente háblale firme y claramente. Los niños aprenden rápido con la experiencia. Si el niño experimenta que le vas a repetir las órdenes 4-5 veces va a responder hasta entonces. Al experimentar que cuando cuentas “1, 2, 3” es su última oportunidad, aprenderá a hacerlo en ese momento y así se evitará el “Time-Out”.

¿Cómo tratar con comportamientos antisociales o inapropiados? Ejemplos de lo anterior son: agresiones, lloriqueos, gritos, golpes, hablar en tono inapropiado, etc. En primera, trata de estar lo más tranquilo que puedas. Después, es solo cuestión de nombrar el comportamiento inapropiado: “No grites. Vete a “Time-Out”.” ¡No elabores más de eso! Ojo, es tentativo, echarle un “mini sermón”. No es necesario, no te desgastes en eso. Los niños no van a razonar el por qué y las consecuencias. Cuando lo estés llevando a “Time-Out” tampoco es necesario hablar con ellos y explicarles.

¿Qué deben hacer los padres durante el “Time-Out? Ignora todo comportamiento de tu niño durante “Time-Out” que no sea estar tranquilo, sentado, con pies y manos quietas. Los niños siempre tratan de manipular: Te dirán que ya no te quieren, que tú no los quieres, que les duele algo, que ya no lo van a hacer, que perdón, que no les importa hacer “Time-Out”, que esto y que el otro. Sé que es difícil pero, no caigas en estas manipulaciones. Ignóralo, pues de lo contrario no te va a funcionar el “Time-Out”. Una vez que esté callado y tranquilo, es entonces cuando el “Time-Out” se termina. Como padre sigue con tus actividades, no es necesario que te esperes a que tu niño se calme. Así tu niño va a experimentar que se está perdiendo de una actividad debido a las consecuencias de sus comportamientos. Si tu niño se levanta o se va del lugar, simplemente reafirma el “Time-Out”: “Estás en “Time-Out” ponte aquí”. En ocasiones tendrás que llevarlo físicamente. Si te patea, trata de morder, etc. Ignóralo lo mejor que puedas. Solo dirígete al área y ponlo en “Time-Out” y respira profundo. Es muy común que al principio lloren, después lloren más fuerte, después lloren desconsoladamente, después griten y pateen, esto es bueno. El “Time-out” está funcionando, poco después de elevar su berrinche empiezan a calmarse.

Ser consistente es la clave. Si un día, durante el “Time-Out”, tu niño llora y llora y lo sacas de “Time-Out” antes de estar tranquilo, sabrá que si llora, patea, grita, escupe, o muerde su “Time-Out” termina más pronto. Si eres inconsistente, va a aumentar esos comportamientos ya que en el pasado dichos comportamientos más agresivos o irritables le han funcionado. Ser consistente es la clave del éxito. Si no tienes el tiempo, no es el lugar, o tienes prisa y no vas a poder ser firme con poner a tu niño en “Time-Out” es mejor ignorar el comportamiento lo más que puedas y seguir con lo que estás haciendo.

Ante la duda de si deberías o no hacer un “Time-Out” por algún comportamiento. Mi recomendación es haz el “Time-Out”.

Los padres, como los jefes del hogar, tienen que ponerse de acuerdo cómo y cuándo van a hacer los “Time-Outs”. Tienen que decidir cuáles son los comportamientos que van a juzgar como inadecuados y por los cuales se utilizará un “Time-Out”. Escojan el hecho de no seguir instrucciones y uno o dos comportamientos para empezar. Después, podrán ir incorporando otros comportamientos que quieran disciplinar.

Si tu niño tiene autismo u otros retrasos del desarrollo, es posible que los “Time-Outs” te funcionen aunque quizás necesites ayuda de algún profesional de la salud para identificar bien que desencadena los comportamientos y poder comprender cuáles  son comportamientos que se pueden manejar con “Time-Out” y cuáles no.

Pero doctor… ¡¡Qué miedo tengo!! ¿Y si no se queda en Time-Out”? ¡¿Qué hago?! 

Revisa mis próximas publicaciones #Qué hacer cuando “Time-Out”  no me funciona.

Por último, no terminan como el niño de la foto en plena meditación… pero sí, después de la práctica, aprenderán a regular sus emociones.

-Dr. Raymundo López